La traducción literaria consiste en traducir obras que se editan y se publican, ya sean novelas, poemas o cualquier otra publicación.
La labor del traductor literario es trasladar experiencias artísticas o literarias de una cultura lingüística a otra, enriqueciendo, en el proceso, no sólo la cultura receptora, sino la experiencia original, y fomentando, en consecuencia, el respeto entre los pueblos a través del conocimiento y del reconocimiento mutuos (APETI, Declaración Programática, 5 de julio de 1997).